lunes, 28 de diciembre de 2009

Let the piano play

Y es que algunas canciones electrónicas van acompañadas de fondo por la notas de un piano. Es el caso del Top Gun Anthem, comentado en un artículo anterior, con Harold Faltermeyer al piano. Y ocurre en diferentes estilos. Ya en los 80 el grupo Hipnosis (a veces escrito Hypnosis), muy conocidos dentro del spacedance -subgénero del italodisco con connotaciones espaciales- y autores de temas como Droid y la versión del tema Pulstar de Vangelis, nos mostaron su particular inclusión del piano en este estilo musical futurista, el cual aporta un cierto aroma de jazz y, en suma, de elegancia. Se trata de Automatic Piano, de 1987.

El efecto piano se puede obtener también a través de un teclado/sintetizador en modo piano, lo cual parece ser el caso del tema interpretado por DJ Bobo y VSOP (Vienna Symphonic Orchestra Project) 10 años más tarde, 1997, con Shadows of the Night. En la versión B & B Remix se aprecia el piano con mucha más frecuencia y claridad que en la versión clásica instrumental (Classic Instrumental Version), pero tendremos que contentarnos con escuchar esta última -en el cual destacan los instrumentos de cuerda- al no estar disponible la anterior. No obstante, añadiremos un vídeo de DJ Bobo donde se escucha ampliamente el piano en una versión remix instrumental -el vídeo empieza a partir del segundo 40-.

Pero, ya dentro de la escena dance, es en el género dream house donde el piano tuvo una gran repercusión, especialmente entre 1995 y 1997. El nacimiento del mismo se debió en gran parte al éxito del single de Robert Miles, Children, el cual no dispone de letra -ni falta que le hace-, pero que destila calidad en cada nota de piano. El original vídeo visiona los paisajes que recibe una niña desde la ventanilla de un autocar. Un viaje para soñar.

En este género destaca también un grupo menos conocido, Imperio, pero que personalmente es mi favorito en este género para soñadores. El nombre de esta banda austríaca procede de la gran afición de su fundador, Norbert Reichart, por todo lo relacionado con el latín y el Imperio Romano. En 1996 el grupo austríaco compuesto por Norbert -quien ya recibía clases de piano a los 6 años- y Manuela Ray como vocalista, lanzó el álbum Return To Paradise, el cual incluía Atlantis, muy romántico y con algún "apunte" submarino, y para mi el mejor tema dream house hasta el momento: Cyberdream, donde nos adentramos -a través de un interfaz virtual- en un viaje futurista a, cómo no, el Imperio Romano a toque de piano. Magia y fuerza se desprenden de la voz de Manuela, que nos sumerge en este mundo virtual tan particular, un mundo dentro de nuestros sueños.

Seguimos soñando de la mano de los grupos Zhi-Vago y Piano Negro. Los primeros, alemanes, se dieron a conocer con su primer single, el famoso Celebrate The Love. A continuación compusieron Dreamer, con menos éxito pero que merece mucho la pena detenerse a escucharlo, ¡realmente delicioso!. Los segundos, Piano Negro, bastante desconocidos, compusieron un tema más tribal, que nos permite soñar en otro continente, In Africa.

Los acordes del piano también se emplean en el dance actual. En 2003 el grupo germano Magic Affair nos traslada con Fly Away a la mismísima (y "serenísima") Venecia, ya con una música más bailable y marchosa, más apoyo de graves, pero con un reposo dream aportado por el siempre elegante piano -en este caso muy parecido al empleado en Celebrate The Love-. Escuchemos la versión Yanou Remix y dejemos volar la imaginación en este fabuloso viaje por las calles de Venecia.

En 2008 Eric Prydz nos lleva a soñar a territorio apache con el vídeo de su single Pjanoo, un tema ya más electrohouse, elevador y refrescante -sobre todo para el protagonista del vídeo-.

Bueno, siempre que con ello mejore la canción, dejemos que el piano siga sonando y acompañándonos, o en otras palabras, como dirían en el Rick's Café: "Tócala otra vez, Sam".


R.O.C.

jueves, 17 de diciembre de 2009

'Discoparade': italodance en las ondas

La música de baile, entendida en sentido amplio, siempre ha tenido dos conductos de difusión que se alimentan mutuamente: los temas que por el día se emiten en la radio, de noche se gozan en las pistas: el consumo más o menos pasivo y privado que se disfruta en casa a través de las ondas, pasa a ser en pubs y discotecas colectivo y casi antropológicamente ritual, porque preludia los ritos de apareamiento. A su vez, los buenos recuerdos de la madrugada asociados a una música concreta llevan a que se demande otra vez su emisión en los circuitos radiofónicos, con lo que el círculo se cierra.

En el caso del estilo musical que nos ocupa últimamente, el italodance, fue decisiva la labor difusora en su país de origen del programa 'Discoparade', que se emitía en una cadena local del noreste peninsular, llamada Discoradio. Espacio presentado en sus comienzos por Dario Desi (1988-1990), fue sin embargo en la etapa de Marco Ravelli (1990-2005) cuando alcanzó su esplendor. Allí obtuvieron enorme popularidad autores como Eiffel 65, Gigi D'Agostino o Molella.

Una particularidad de 'Discoparade' era que hacía una clasificación todos los sábados, a las dos de la tarde, de las veinte canciones más bailadas en Studio Zeta, la discoteca más grande de Lombardía. Además, todos los fines de año -normalmente el propio 31 de diciembre-, Marco Revelli presentaba un 'Discoparade' especial con los treinta éxitos más bailados durante el año que iba a terminar, y entre ellos predominan los italo, aunque no sólo, música patria al fin y al cabo. A través del siguiente enlace wikipédico pueden consultarse las listas correspondientes al periodo 1997-2005, cuando se vivió el auge del italodance: un tesoro que debemos evaluar detenidamente. Diré antes de nada que el ya clásico entre los creadores de este blog CD 6 está muy representado (si no me equivoco, he llegado a contar hasta diez temas).

F. J. E.

martes, 8 de diciembre de 2009

Italodance, na ni na na nao

En el artículo anterior hacíamos breve mención a este estilo musical italiano creado a finales de los 90 por Gigi D'Agostino como una evolución del eurodance, y con un predominio de sonidos agudos y las distorsiones vocales. Canciones muy alegres y temática simplista, a veces playera, de un estilo al que le debemos qué menos que un artículo en este blog.

Si claramente la figura de Gigi resalta por encima de cualquier otra en este estilo, no haremos más mención de él que la referencia al artículo "Tiempo de 'mon'", de obligada lectura para cualquier amante del dance de los 90. Seguramente en el podio del italodance le acompañan Prezioso y Eiffel 65 -como curiosidad, la primera parte del nombre del grupo, Eiffel, salió aleatoriamente de un programa de ordenador-.

Prezioso es un dúo de dos hermanos italianos, Andrea y Giorgio Prezioso, que destacaron junto a Alessandro Moschini (Marvin), formando el trío Prezioso feat. Marvin, los cuales revolucionaron en 2003 a Italia -y Europa- entera con su hit Voglio Vederti Danzare, versión del éxito de Franco Battiato, y con Tell Me Why, su primer éxito conjunto en 1999. Veamos las caras del trío en este último vídeo, y la morena a la que preguntan, con altavoz en mano, eso de...

Tell me whyyyy you won't love,

whyyyyy my love.

Si bien el tercer puesto en italo dance se lo debería llevar, en cuanto a notoriedad, Eiffel 65, yo se lo regalaría gustoso a un italiano gamberro, Paolo Ferrali, que me tiene fascinado con su originalidad y sus sonidos extremadamente agudos. Conocido en el entorno musical como Mabel, alcanzó su mayor éxito con Disco Disco (1999), aunque yo personalmente me quedo con ese toque de chulería de su segundo hit Bum Bum (2000) y la originalidad de su vídeo, ¡fenomenal!

Otros artistas italo dance a destacar son DJ Lasha y Gabry Ponte. El primero compuso Giulia, un tema en italiano muy conocido allí. El segundo, ex-componente de Eiffel 65, hizo un remix convincente, con un vídeo que hipnotiza -no sé si hipnotiza más la música o los bailes de la agradable morena-.

Los Paps 'n' Skar, con su Turn Around (2000), con eminente influencia del Blue (1999) de Eiffel 65 (así lo atestiguan el mismo empleo de los vocoders), y Lady Violet, con Inside To Outside (1999), continuan la senda italodance con esas voces distorsionadas. Me quedo con la señorita Violeta y su pegadiza versión del tema original ochentero de Limahl.

Por último, no quiero acabar este artículo sin hacer mención a la canción por la cual he puesto el título al mismo. Se trata de Sing a Song Now Now, una canción de A.C. One, quien es ampliamente conocido para los amantes del italodisco. Se trata realmente de Alberto Carpani, o lo que es lo mismo, Albert One, quien compuso ese gran For Your Love en plena cresta del italodisco, 1986. Para quien no le conozcáis de vista, es el gordito que acompaña a la negrita en el vídeo. Como no podía ser de otra forma, su voz aparece distorsionada, cosas del italodance. Bueno, escuchemos este temazo que bien podría haber entrado en el artículo "Altamente pegadizas" de mi amigo y co-fundador de este blog.

sing a song now now, na ni na na nao
sing a song now now, ni na na nao

R.O.C.

Breve recorrido por la música electrónica

Hagamos un ejercicio de historia musical electrónica. Primero fue Kraftwerk, pionero de los sintetizadores que lanzaron allá por 1974 su disco Autobahn, totalmente vanguardista por entonces, al que siguió en 1975 Radioactivity.

A finales de los 70 ya nos encontramos con un uso extendido del sintetizador, tanto en la música disco (e.g. esos fantásticos The Chase y From Here To Eternity, ambos de Giorgio Moroder), como en sus vertientes más enfocadas al baile, el euro disco (por ejemplo, Silver Convention y su Fly Robin Fly "...up up to the sky"), y el space disco (Cerrone y su Supernature, o el fenomenal Theme From Star Wars de Meco), también de finales de los 70 y tratado ya en artículos anteriores, orientada plenamente hacia la ciencia ficción.

También a finales de esta década nació el new wave electrónico, conocido por entonces como Cool Wave (Ultravox), entre 1978 y 1980, que evolucionó allá por 1981 en techno-pop, también llamado synth pop, con grupos como Depeche Mode y canciones como Just Can't Get Enough.

El techno-pop (o tecno-pop) derivó a mediados de los 80 en ciertos países europeos no británicos (Canadá incluido, con el llamado Canadian disco representado por el Living On Video de Trans-X) hacia el italodisco, especialmente en Italia (Den Harrow, Spagna, Baltimora, Sabrina), Alemania (C.C. Catch, Fancy, Modern Talking) y España (Azul y Negro). Este último estilo musical, sencillo, melódico y bailable, muy apreciado en este blog, también evolucionó, especialmente en EE.UU., en el Hi-NRG (High Energy), un estilo más enérgico, con mayor abundancia de graves y un toque más disco -no hay más que escuchar el tema homónimo de Evelyn Thomas, High Energy-.

A comienzos de los 80 también nació en Detroit el sonido techno de la mano del trío de Belleville -The Belleville Three-, al cual ya dedicamos en su día otro artículo. Concretamente el primer tema considerado techno es el Alleys Of Your Mind (1981) de Juan Atkins -integrante del mencionado trío- bajo el nombre de Cybotron.

Ya a finales de los 80 tenemos un estilo house desarrollado, con grupos como Inner City (creado por Kevin Saunderson, otro integrante del trío anterior) con sus singles Big Fun (1988) y Good Life (1989), y Black Box con el ya clásico Ride On Time (1989).

Entramos en la década de los 90 con música más bailable y más alegre si cabe: aparece el eurodance, surgido en Europa. En esa década artistas como 2 Unlimited, Haddaway, La Bouche, Alexia, Ice MC y Masterboy nos ponen las pilas en las pistas de baile. Con influencias del italodisco, house y hip-hop, las canciones eurodance suelen estar formadas por partes con vocales femeninas (los coros) y partes de rapeo masculino, todo intercalado con frenéticos y animados sonidos electrónicos.

Ya a finales de los 90 aparece el italodance -también llamado Nu Italo Disco-, una variante del eurodance que cobra fuerza en Italia y que incorpora un sonido bastante "metálico", con predominio de agudos, vocales distorsionadas con vocoders, una temática despreocupada, coros fáciles y, sobre todo, un género muy positivo y elevador. Gigi D'Agostino es considerado el creador de este estilo -inicialmente llamado Mediterreanean Progressive-, después seguido de interesantes grupos como Prezioso y Eiffel 65 -¿quién no se acuerda de su famoso Blue (Da Ba Dee)?-.

Igualmente a finales de la década de los 90 surge el euro-trance, especialmente en Alemania, Holanda y Bélgica, con grupos como Sash! y ATB. Entre 1997 y 2003 triunfa el vocal trance, una música euro-trance con vocales, donde destacan Lasgo, Milk Inc., Sylver, Orion Too, Fragma, Dee Dee, Ian Van Dahl y Astroline (Sash! también). Las canciones de estos grupos, mayoritariamente belgas, son a veces conocidas en España con el término "cantaditas", canciones generalmente fáciles, pegadizas, de vigorosa voz femenina, y sobre todo, muy frenéticas, con cierto toque trance de fondo. Canciones de algunos de estos grupos también son consideradas a veces eurodance (por ejemplo, algunos temas de Kate Ryan).

Por tanto, normalmente la etiqueta "euro" que antecede a diferentes denominaciones musicales (eurodance, eurotrance, eurodisco) hace referencia a que el origen de la música es europeo, pero no británico, mayormente comercial y que en muchos casos llegó a ser conocido o importado en Gran Bretaña y en EE.UU. De forma parecida, el término "italo" (italodisco, italodance) se suele emplear para aquellas vertientes musicales derivadas del término al que antecede, siendo de origen principalmente italiano, y un género todavía más sencillo y alegre -más playero- que el equivalente "euro".

Actualmente los estilos eurodance, italodance y euro-trance están, lamentablemente, un poco desfasados. Ahora predomina el trance -puro y duro- y sobre todo el electro-house, con David Guetta, Benny Benassi y Eric Prydz a la cabeza. Derivado del house, emplea a menudo sonidos de guitarras distorsionadas, a veces de piano, y fuertes graves.

Y sobre todo, lo que más se lleva en esta década que a punto estamos de abandonar es la revisión y actualización de temas techno-pop ochenteros y eurodance noventeros. Y es que los fundadores de este blog reconocemos que lo que más abunda ahora es una falta de originalidad preocupante (salvo honrosas excepciones, como Guru Josh Project), y sí, echamos mucho de menos que no nos pongan en los bares música dance como la que se hacía en los 90, la gloriosa década dance.

R.O.C.